viernes, 27 de junio de 2008

¡¡PODEMOS!!

Antes de nada, voy a dejarlo claro, que uno tiene su reputación, y no es plan de echarla por tierra en un momento... No me gusta el fútbol, no me gusta la Liga ni nada que tenga que ver con Reales Madriles, con Barças, y rencillas estúpidas por ver a estrellas multimillonarias corriendo tras un esférico. Pero reconozco, y con la mirada bien alta, que en el Mundial, y la Eurocopa, disfruto como un enano. Es la única vez en todo el tiempo en que dejo de hacer cosas y me paso más de cinco minutos seguidos mirando un partido. Y es que para mí, los partidos del Mundial o la Eurocopa, jugando España, no es 'fútbol' en el sentido tradicional de la palabra, sino FÚTBOL, con todas las letras. Es algo más que un partido... es compartir un sentimiento con la gente que te rodea, ese ánimo, esa ilusión de ver ganar al equipo de tu país, a tus compatriotas, y sobre todo, el ambiente que genera todo este tipo de eventos. Lo reconozco, me encanta la Eurocopa y el Mundial (y repito, todo esto sin que sirva de precedente, que hay que guardar la tradición...).

El pasado domingo, cuando volvía de Madrid en el coche, volví escuchando el partido por la radio, con una tensión impresionante. El que vió el partido contra Italia por la televisión puede que no lo entienda, pero escucharlo por la radio era tensión constante, pues tenías que imaginarte más o menos qué es lo que pasaba, y sinceramente, daba la impresión de que el partido era ataque de España, ataque de España, ataque de España, y que no había forma de colar el balón en la portería de Italia. Una tensión acojonante... Así que en cuanto llegué a Aranda, lo primero fue poner la televisión, y llegar casi justo a los penaltis. ¡Qué tensión! El corazón daba un salto cada vez que tiraba Italia... Y bueno, cuando metió Fàbregas, aquello fue apoteósico. Mi madre (que también pasa bastante del fútbol) y yo con una alegría de narices. Fue la nota que hizo que desconectáramos de la realidad durante unos minutos, disfrutando del espectáculo.

Y bueno, ayer, viendo el partido en el Savoy (Zarigüeyas no, en el original) fue también lo más. Mis amigos echando cuentas de a ver quién era el que ganaba la porra que hicieron, unos deseando que España no colase más goles a Rusia para no perder la porra (los que dijeron 0-1, 0-2, etc), David, cuando España coló el tercero, deseando que Rusia colara uno a España; Chusky diciendo que cuánto le quedaba al partido, que se hacía largo, y los demás riendo, disfrutando y dando botes. Fue impresionante...

El estar en el estadio en esos momentos tiene que ser impresionante. Ya no es que te guste o no te guste el fútbol, es que el propio ambiente, todo lo que rodea a estos eventos, hacen que pases a disfrutar como un enano con estos partidos. Y sí... algún día me gustaría estar en uno de estos partidos. Tiene que ser una pasada... Todo lleno de banderas de España, todos gritando España España sin ningún tipo de reparo, ni vergüenza... ¡¡VIVA ESPAÑA!! coño.

Ahora nos queda vernos las caras contra Alemania el próximo domingo. Personalmente, me hubiera hecho más ilusión que la final hubiera sido un España - Portugal (hubiera quedado como más familiar, más ibérico), pero bueno, es lo que hay. A ver que tal, porque visto lo visto... ¡¡PODEMOS!! Por una vez, sí que podemos decir que no nos hemos subido a la parra.

Por cierto, pobres ingleses, que nos apoyaron "porque total, nunca pasan de cuartos...". El que lo tiene algo más jodido quizá sea el amigo Alberto, que está por las tierras bávaras, rodeado de rivales...

jueves, 19 de junio de 2008

Autoridad volcada

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Se supone que en este mismo lugar que ahora mismo está leyendo, debería ir una columna hablando sobre el precio del petróleo, sobre la subida de los carburantes, el ritmo loco de consumo y de autodestrucción que la sociedad actual está llevando, y el negro futuro (como negro es el líquido oro que surte del desierto) que nos espera a la Humanidad si no buscamos soluciones más pronto que tarde. Pero no, lo siento, y aunque ya la tenía prácticamente preparada, un suceso ha colmado mi atención y se ha hecho merecedor del 'honor' de ser blanco de mi sátira.
El hecho de que el pasado domingo apareciera temprano por la mañana un coche de la Policía Local volcado en una conocida calle de fiesta de Aranda se merece que cambie la actualidad de la crisis energética que estamos padeciendo (aunque desde 'arriba' se enroquen en que la crisis no es crisis -bonito eufemismo-), por un asunto que es de puro chiste. Sí, lo reconozco, y lo siento si a alguien le molesta, pero me he reído muchísimo cuando he visto la foto en un medio digital de Aranda. Me han alegrado una tediosa tarde de domingo rodeado de apuntes sobre compuestos impronunciables, cuando la imagen del coche de la Policía Local ha entrado en la pantalla de mi ordenador. Y repito, lo siento por los puritanos que digan que es una vergüenza, que cúanto gamberrismo, etc, etc, pero me he reído mucho. Sencillamente, porque la situación es de chiste, y porque eso era algo que tarde o temprano iba a pasar.
Quien siembra vientos, recoge tempestades. Y el cuerpo de policía municipal de Aranda, se ha ido ganando día tras día, año tras año, que pasara lo que ha pasado; el que directamente la gente, sin entrar a valorar si eran autóctonos o foráneos, tenga la osadía de volcar un coche de la policía, cuando los agentes están a unos metros del coche a plena luz del día. Es la forma más sencilla y clara de demostrar el nulo respeto que la población en general tiene a nuestro cuerpo municipal. Sencillamente, de traca.
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero no me resisto a guardarme la comparación de lo que veo en el día a día en Valladolid; aquí basta que dejes el coche medio minuto (de reloj) en doble fija, en un vado, para que aparezca un motorizado con su libreta. O que vayas andando tranquilamente, cruces inocentemente la calle por un lugar sin paso de cebra, y te arriesgues a volver a casa con la recetita rosa. Ni tanto, ni tan calvo. Y lo que está claro, es que en Aranda, algo hay que hacer con la Policía. Señores del Ayuntamiento, tienen trabajo... ¡y mucho!
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Esta columna fue publicada por el Diario de Burgos hace una semana aproximadamente. Y según parece, no ha dejado indiferente a nadie. Empezando por el propio cuerpo de la Policía, que andan bastante revolucionados. De momento ya he recibido la "visita" (de buenas formas y de buen rollo, eso sí, todo hay que decirlo) de un agente del cuerpo, y hemos tenido ocasión de intercambiar opiniones. Y bueno, esta tarde cuando salía de casa con el coche para bajar a la tienda de mis padres (donde estoy ahora mismo ejerciendo de Innombrable) había un coche de la policía local estacionado frente a mi casa, y los dos policías se me han quedado mirando cuando he pasado a su lado con el coche. Por un dt no me los he cruzado... No sé si ha sido casualidad, o casualidad... ¡Quién sabe!

Puedo comprender que anden molestos, porque la verdad duele. Y que puede que ellos sean los menos culpables de todo, por falta de personal, de material, de motivación, de todo. Realmente, si yo me pasara el día poniendo multas (por ejemplo), que sé que luego no van a servir de nada, llegaría el día en que pasaría totalmente del tema, y dejaría correr el asunto. Y también, buena gana de buscarme problemas enfrentándome a alguien, si luego me van a rajar las ruedas del coche, o si me van a robar el coche patrulla (verídico), para darse una vuelta por un circuito...
Pero sinceramente, la libertad de expresión (y sobre todo, cuando no faltas al respeto a NADIE), es algo que en España, por mucho cuerpo de policía y mucha autoridad que sean, no pueden prohibir absolutamente a ningún ciudadano... Y si chillan, es que les ha dolido... Ahora bien, la cula de todo este asunto, el único responsable de que el respeto de la población en general hacia el cuerpo de Policía Local de Aranda sea nulo, la tiene única y exclusivamente en Ayuntamiento de Aranda. Pero esta corporación, y la anterior, y la anterior, y la anterior...

viernes, 13 de junio de 2008

Crisis, huelga de transporte, y nada en el súper...


"¡Hay crisis, hay crisis!"... vino diciendo Pin el otro día a casa medio en coña, medio en serio, cargado hasta los topes de comida para sobrevivir casi un mes. Y es que la "huelga" (más bien un cierre patronal con todas las letras), ha dejado desabastecidos casi todos los supermercados en España. Ha sido impresionante; bien es cierto que parte de la 'culpa' del desabastecimiento la ha tenido la paranoia de la gente, que se ha cargado hasta los topes de comida (lo reconozco, por si las moscas, yo también fui uno de los que se llevó kilo y pico de pasta y todo el tomate frito que quedaba en el supermercado). Pero no pensé que llegaría a tanto. El pasado martes me acerqué hasta el supermercado, después del examen, para pillar yogures y alguna historia más que no había comprado la semana anterior, y bueno, se empezaba a notar la falta de existencia en patatas, huevos, fruta... pero aún quedaban de más cosas. Hoy fui a comprar algunas cosillas que se me han ido gastando (pan de molde, yogures, etc), ¡¡y es que no había absolutamente de nada!! Me he quedado con una cara... Menos mal que parece ser que la huelga ha acabado, y que la distribución empieza a ser 'normal', porque sino...

Este es el aspecto que presentaban las baldas en las que suele haber pan de molde para dar y tomar. Ahora solo quedaba (¡y gracias a que algo quedaba!), algo de pan de molde de marca... un día es un día...


Pobre de aquel que no haya comprado huevos, o que en su casa los usen bastante... porque este es el aspecto que presentaba la balda donde siempre siempre, hay un palé entero de huevos, que si grandes, medianos, pequeños, en medias docenas...


Verduras, frutas, y tal... nada de nada. Había un señor mayor que no paraba de dar vueltas a las cajas vacías mientras buscaba "tomates, tomates". Pues como no los pinte, me parece que ni de coña...


¡¡Si es que la peña ha arrasado hasta con las patatas fritas, y las bolsas de mierdas varias!! Claro, que quedarte sin yogures, huevos o tal supongo que no será tan grave como quedarse sin panchitos para ver los partidos de fútbol de España en la Eurocopa...

Lacteos, pues lo que veis. Nada de nada de nada. Toldos bajados, y ni un miserable yogur, aunque fuera de los caros. Solo quedaban cuatro zumos refrigerados mal contados, y queso en lonchas y para espolvorear. Lo dicho, con pasta y tomate... ya puede haber crisis...


Pero esto ha sido lo que más gracia me ha hecho. ¡¡No había ni un puñetero paquete de papel higiénico!! Nada de nada. Mira que siempre suele haber varios palés, al igual que con los huevos, de toda clase, marca, tamaño, textura, de papel higiénico. Pero esta vez es que no había absolutamente nada. Supongo (y creo que algunos en mi casa lo saben por experiencia), que no hay peor cosa que quedarse sin papel higiénico... así que han arramplado con todo lo que había. ¡Madre mía!

Preguntada la cajera sobre si sabía cuando volverían a tener género de todo lo que les falta, me dijo que no sabía. Que hoy se supone que tenía que haber ido un camión, pero que nada, y que mañana, al parecer, va otro camión... pero que como a ellos les sirven desde una plataforma que está lejos, pues que tienen más dificultades para servirles que a otras cadenas. Vamos, básicamente, que si quieres otras cosas, te vayas a otro sitio... curioso...

domingo, 8 de junio de 2008

La Policía Local en Aranda

Sé que no debería reirme, que puede considerarse hasta "atentado a la autoridad", pero no puedo por menos que descojonarme cuando veo la foto que ha sido publicada en esta noticia de Diario de la Ribera:

Vuelcan un coche de la Policía Local en la calle Hospicio, mientras los agentes realizaban una operación de control en el bar "Maquiavelo"

Una imagen, vale más que mil palabras...



Si yo fuera policía local en Aranda, me replantearía muy mucho mi situación laboral...



domingo, 1 de junio de 2008

¡El retorno de la Zarigüeya!


Sábado en Aranda, después de unos cuantos fines de semana sin pisar por allí, y así como que no tenía la cosa, la expedición volvió al hábitat natural de las Zarigüeyas para rodar un nuevo documental sobre las costumbres vitales de estos felices animalitos...

Es que solamente el bajar a su madriguera, la atmósfera tan... digamos... ¿tóxica? que se respira ahí, ese suelo que en palabras de un amigo mío era Venecia (os podréis imaginar por qué), esas mesas con su liquidillo de color oscuro de indescriptible textura, el techo, la tele, la combola... ¡tienen tanto encanto!

Y es que unas imágenes valen más que mil palabras...

Un año después de Aranda en el CQC

Hace un año a estas mismas horas, estábamos metidos en la grabación del Caiga Quien Caiga que emitirían en Telecinco unas horas más tarde. Aprovechando una invitación que nos cursaron debido a la grabación en Aranda de un Proteste Ya! por el tema del ferrocarril en Aranda, nos fuimos a Madrid unos cuantos a la grabación del programa (en falso directo). Qué odisea para llegar hasta allí (no logré encontrar la dirección exacta por ningún sitio para introducirla en el GPS), teniendo que llegar hasta allí finalmente a ojo, como quien dice. Haciendo rally desde que dejamos atrás a la Guardia Civil en el peaje de la autopista, porque si no no llegábamos a la hora que teníamos que estar en el estudio... Pero bueno, el viaje mereció la pena. Fue una experiencia curiosa, estar en la grabación de un programa que por aquellos entonces era líder de audiencia en el prime time de la noche de los viernes (hasta que a algún lumbrera de Telecinco se le ocurrió la feliz idea de trasladarlo casi a la madrugada de los miércoles). El plató... pues bueno, pasa como el Congreso, que parece mucho más grande por la tele, y sobre todo, de mejor calidad. ¿Os acordáis de las letras CQC que aparecían justo enfrente de los presentadores? Pues eran de madera mal pintada. ¿Todo el decorado que parecía super moderno, metálico y tal? Pues era de pichiglás (qué trauma cogí con eso...). Y los presentadores, pues bueno, una diferencia que flipas de cuando están en su salsa, en el programa, y luego. El único más o menos amable fue Arturo Valls, que hizo un par de coñas cuando llegaron. Los otros dos, muy serios, muy concentrados, etc. Pero bueno, como experiencia no estuvo mal.

Es impresionante ver lo preparado que está todo. Lo forzadas que son las risas y tal; en el plató había un argentino de realización, que se daba golpes en el pecho cada vez que se supone que nos teníamos que reir. Esto es, el público se supone que tiene que estar más o menos atento a lo que hace el argentino de turno, y cuando se golpee el pecho, pues reirse. Todo muy forzado, muy artificial. Y es que la magia de la televisión se queda ahí, en la televisión. Cuando descubres el truco, pierdes la ilusión. Pero bueno, ya digo que como experiencia no estuvo mal.

Lo mejor, lo bien que quedó el reportaje, lo que se lo curraron en realización, etc (¡Gonzo era un crack!) Lo peor, la caradura que le pueden echar los políticos (Antonio Silván y Magdalena Álvarez), a la hora de decir lo que haya que decir con tal de quedar bien. Aquello fue quizá uno de los puntos mediáticos más fuertes que hemos tenido desde la Plataforma Ciudadana por el Ferrocarril, por la difusión y el efecto que tuvo, pero, un año después, seguimos en la misma situación practicamente (quitando con que por lo menos, podemos volver a comprar billetes en la estación de Aranda). La situación sigue bloqueada, y los impresentables tanto de la Junta como del Ministerio, pasadas las elecciones autonómicas y legislativas, ya no tiene que temer que algún paso en falso les haga tambalearse de su sillón de cuero. En fin... por lo menos, como experiencia personal de todos los que fuimos, valió la pena con creces...