sábado, 8 de marzo de 2008

Fuentidueña; "la Villa"


Empieza el 'buen' tiempo (veremos a ver qué pasa a partir de mañana con el temporal que se aproxima), y como no puede ser de otra manera, toca empezar las 'excursiones' para conocer lugares cercanos a Aranda pendientes de visitar. Así que, esta tarde de 'reflexión', sin nada mejor que hacer, nos hemos acercado hasta Fuentidueña, provincia de Segovia.
Era un sitio que Jorge ya me había recomendado en alguna ocasión visitar, pero siempre se había resistido. Cuantas veces habré pasado por allí cerca, e incluso por el mismo pueblo, sin haber dado mayor importancia a ese sitio. Está justo al lado del Pantano de las Vencias, donde muchas veces hemos ido a darnos un baño, alquilar una piragüa, etc. Pero me sonaba de algo el pueblo, de haber pasado por allí hará cosa de dos años, un sábado en el que casi nos quedamos tirados con el coche de mi madre a 40 ºC por no llevar gasolina el depósito. Fue toda una odisea el llegar justos de combustible a Peñafiel, después de recorrer varios posibles pueblos "gasolineros", con las ventanillas subidas a tope para evitar al máximo el rozamiento del aire, y obviamente, sin aire acondicionado. Pero bueno, eso es otro cantar...


La cuestión, es que hoy, nos hemos acercado allí. El pueblo, es curioso. Quizá me lo había sobreimaginado, como cuando tienes muchas ganas de ir a un sitio, y luego cuando vas te decepciona un poco, pero bueno, es lo típico. Es curioso ver cómo poblaciones que antaño han tenido su importancia, ahora (sin perderla del todo), han decaído considerablemente, y no son más que poblaciones 'perdidas' en mitad de la provincia de Segovia.

Lo primero que nos llama la antención, es el recinto amurallado. Toda la villa se encuentra amurallada, y se conservan extensos lienzos de la muralla que antaño cercaría todo el recinto.


Incluso, se puede ver como se hizo en su momento un recrecido de la muralla, posiblemente porque no fuera lo suficientemente alta para defender la población correctamente, o vayamos a saber qué...


Lo más destacable de todo es la Iglesia románica de San Miguel, que, según los carteles que se pueden ver en el pueblo, se supone en ruínas, aunque no parece tal. Como curiosidad, de esta iglesia partieron unos frescos románicos, en la época del franquismo, que ahora pueden verse en un famoso museo de Nueva York. Lástima de tanta necesidad y tanta incultura de antaño, que permitió que se expoliaran valiosas obras de arte para llevarlas al otro lado del charco...


Cercana a la iglesia, nos encontramaos con las ruínas del antiguo Hospital. Un cartel cercano indica que se fundó en el siglo XVI, que acogía a los pobres sin recursos, siempre que fueran habitantes de la Villa de Fuentidueña o de su alfoz (¿no os suena a cuando nos dicen, si estás empadronado X, si no Y?). Indicaba que estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XIX, en que fue incautado por el Estado, y fue reconvertido en viviendas para algunas familias hasta mediados del siglo XX. Sinceramente, no sé donde pudieron vivir esas familias, porque allí no había más que ruínas que tenían pinta de llevar muchos muchos años.


En la plaza mayor, donde se encuentra también el Ayuntamiento (sin banderas, por cierto), nos encontramos junto a la muralla, con un pequeño 'balcón' en el que se puede ver el valle que domina la Villa. Calles asoportaladas y casas típicas dan un toque pintoresco a Fuentidueña.


Un poco alejado del casco urbano, cruzando el río Duratón, encontramos un monasterio bastante grande (sobre todo en extensión de sus terrenos), que por lo visto está siendo rehabilitado para acoger convenciones, reuniones de empresa, bodas, etc. Bastante curioso...


Fuentidueña también es famosa por la gran cantidad de manantiales que surgen en su territorio. Indicaban que cerca de 4000 litros por segundo manaban de todas las surgencias que había en el término. Una piscifactoría se aprovechaba de la pureza de esas aguas para la cría, y esas aguas servían para abastecimiento humano de unas cuantas poblaciones de Valladolid y Segovia.


En fin, otro pueblecito más que tenemos que tachar de la concurrida provincia de Segovia. Es curioso, pero los lugares más bonitos para visitar cercanos a Aranda, están en sendas provincias olvidadas por las administraciones, como son Soria y Segovia. A veces, los lugares más curiosos los encontramos a escasos kilómetros de donde vivimos, sin tener que recorrer miles de kilómetros, cuando no conocemos lo que tenemos a la puerta de nuestra casa...

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