viernes, 9 de mayo de 2008

Las p*** obras de los c****** en esta nuestra comunidad...


Pues sí. Nos han cambiado el moviliario y la decoración de las escaleras y el portal de esta nuestra comunidad en Valladolid. Y es que a los señoritos propietarios de este edificio atestado de vecinos amables, coordiales, simpáticos, pues les ha dado por hacer alguna que otra obra en las escaleras de acceso al portal, y nos están jodiendo vivos por el ruido. Es, si se me permite la expresión, como un dolor de huevos, pero sin el como. Horrible...

Pues bien, a los propietarios, se ve que se les ha ocurrido (por lo que en principio parece, que luego vaya usted a saber qué coño harán ahí), que claro, que eso de subir escaleras para las personas que viven aquí, como que no... y parece ser que quieren construir una rampa. Pero ahora bien... yo me pregunto... ¿el listo que ha mandado hacer esa obra, se ha parado a pensar en la inclinación que tendrá dicha rampa? (Ya me imagino a los viejos deslizando por la rampa yendo a caer a la carretera directamente -suena cruel, lo sé, pero empiezo a estar un poco hasta los huevos de la amabilidad de los habitantes de este edificio-). Y digo yo también... para construir una puñetera rampa... ¿hay que cargarse toda toda toda la escalera, como si estuvieran buscando petróleo? Porque vamos... cualquiera que vea la obra que están haciendo ahí abajo, pensará:

- Que han encontrado el zulo en el que se escondió Bin Laden después de haber escapado de Afganistán (después de todas las cosas raras que han sucedido en este edificio -aceite en las escaleras, plantas arrancadas, basura por las escaleras, carteles anunciando cámaras ocultas que no existen...- no me extrañaría nada).

- Que han dicho... O sea, en La Lora (Burgos) tienen petróleo, ¿y en Valladolid no tenemos? Nada Manolo, aquí hay que sacar petróleo también, que no vamos a ser menos...

-
O que con ese afán que tienen los de Valladolid con apropiarse todo lo que no es suyo (léase Junta de Castilla y León, léase Denominación de Origen Ribera del Duero, etc...), han decidido, que como para chulos ellos, van a construir una bodega, en pleno centro de Valladolid (para chulo chulo, su pirulo).


En cualquier caso, van ya dos días en que el estar en casa es un horror. Tiembla todo el edificio, tienes que poner la tele a toda pastilla para poder entender lo que está diciendo la tipeja de turno en la tele, porque con el ruido del martillo neumático no se puede hacer más, y sobre todo, tienes que reprimir las ganas de bajar a hacer que se coman el martillo neumático a las 8 de la mañana con todas tus fuerzas (sí, qué pasa, aquí uno se levanta un rato más tarde, y los minutos son sagrados...).

Así que de esta guisa nos han dejado el portal...

(Detrás de esas tablas hay un hueco bastante grande -que incluso avanza hacia el interior del portal-)

Más vale que den gracias de que ha vuelto Internet (ver entrada anterior), porque si no... como cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo, no voy a dar más pistas de qué pudiera haber pasado quizá con los ladrillos que hay en el portal, y en dónde hubieran podido aparecer (así mañana viernes -que no hay clase-) se hubieran tenido que conformar con estar un rato más sin meter el puñetero ruido de todas las mañanas.

Seguiremos informando de en qué acaba esta obra particular de El Escorial de esta nuestra puñetera comunidad...

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